Procrastinar es una acción que muchas personas tienden a cometer, se
trata de postergar las actividades pendientes para último minuto. ¿Los
resultados? Estrés, tareas mal realizadas y resultados que pudieran ser
ampliamente mejorables.
1. Aprende a decir no
Muchas veces las tareas se posponen por asumir compromisos para las
cuales no se dispone del tiempo suficiente. Aprender a decir que no es
parte de mejorar la administración del tiempo.
2. Establece una recompensa al terminar las tareas pendientes
Al momento de tener que realizar una actividad no muy motivadora, es una
buena opción fijarse una recompensa para cuando esta se termine, este
se convertirá entonces en el incentivo principal.
3. Evita las distracciones
Una de las principales razones por las que se aplazan las tareas es el
uso de teléfonos celulares, redes sociales, entre otros factores que
pueden ser distractores al momento de trabajar. Lo mejor es procurar
mantenerlos fuera de alcance.
4. Piensa en las consecuencias
Crea consciencia de todo aquello que pudiese pasar al dejar de hacer las
actividades pendientes. Por ejemplo: reprobar un examen si no se
estudia, perder un cliente si no se trabaja, entre otros.
5. Divide el trabajo en tareas pequeñas y concretas
Si se trata de un proyecto grande, dejar todo para última hora es lo
peor que se puede hacer; lo ideal es establecer en un calendario las
fechas en las que poco a poco se irá trabajando en la actividad. Al
final, se habrá hecho todo de una manera menos abrumadora.
6. Cree en la capacidad de comenzar
La parte más difícil de un trabajo es comenzar, pero una vez iniciada la
tarea se agarra impulso. Intenta comenzar y quizás la motivación
incremente.
Por: Ana Isabel Ramírez Fernández
Fuente: https://www.lacuadrauniversitaria.com/blog/6-estrategias-para-dejar-de-procrastinar
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