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No juzgue una pastilla por su color

Un estudio halla que las personas podrían dejar de tomar sus medicamentos para el corazón si la apariencia del fármaco cambia


Los medicamentos genéricos usados para las enfermedades cardiacas por lo general pasan por modificaciones que cambian su forma o su color, y eso podría hacer que algunos pacientes dejen de usarlos, halla un estudio reciente.

Los expertos saben que problemas como los efectos secundarios y los costos pueden disuadir a las personas de tomar los medicamentos recetados, incluso los que potencialmente salvan vidas. Los nuevos hallazgos, que aparecen en la edición del 15 de julio de la revista Annals of Internal Medicine, apuntan a otro obstáculo potencial: la apariencia siempre cambiante de los medicamentos genéricos.

Las probabilidades de que alguien dejara de tomar su medicamento para el corazón aumentaron en un 34 por ciento tras un cambio en el color de la pastilla, y en un 66 por ciento tras un cambio en la forma de la pastilla, según el estudio.

Es imposible afirmar con certeza que los cambios en la apariencia de las pastillas tenían la culpa, apuntó el investigador líder, el Dr. Aaron Kesselheim, profesor asistente de medicina en el Hospital Brigham and Women's, en Boston.

"Solo podemos decir que hay una asociación", apuntó Kesselheim. Pero, añadió, "creemos que la asociación es real".


Además, anotó Kesselheim, según su experiencia, los cambios en la apariencia de las pastillas sí que crean confusión.

"Les pasa a mis propios pacientes", dijo. "Notan un cambio, llaman, y tenemos que calmarlos".

Según Kesselheim, un motivo de la preocupación es que algunos pacientes han escuchado que las farmacias cometen errores y dan a las personas las pastillas equivocadas.

Los hallazgos del estudio se basan en los expedientes médicos de más de 11,500 estadounidenses que fueron hospitalizados por un ataque cardiaco entre 2006 y 2011. A todos se les recetó una versión genérica de al menos uno de cuatro fármacos cardiacos: un bloqueador beta, un inhibidor de la ECA, un bloqueador del receptor de la angiotensina II, o una estatina.

Durante el estudio, el 29 por ciento de esos pacientes cardiacos observaron un cambio en el color o en la forma de sus pastillas. Tras el cambio, eran más propensos que otros pacientes a dejar de tomar sus medicamentos durante al menos un mes.

Los investigadores tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar la capacidad, o disposición, de los pacientes a tomar sus medicamentos, como la edad y la salud general. Y los cambios en las pastillas siguieron estando vinculados con un mayor riesgo de que las personas dejaran de tomar sus fármacos recetados.

"Hay muchos factores que afectan al cumplimento de las personas con los medicamentos. Este es uno de los primeros estudios en mostrar que el aspecto de las pastillas es uno de ellos", comentó el Dr. Kevin Marzo, jefe de cardiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York.

Y el hecho de que las personas dejen de tomar los medicamentos cardiacos es preocupante, según Marzo, que no participó en el estudio.

"En los supervivientes de un ataque cardiaco, una falta de cumplimiento con los medicamentos podría convertirse en una situación de vida o muerte", advirtió Marzo.

Marzo apuntó que las personas que acaban de sufrir un ataque cardiaco con frecuencia se pueden sentir abrumadas. "Cuando salen del hospital, con frecuencia toman tres clases de fármacos", dijo. "Tan solo eso puede llevar a confusiones. Encima, la experiencia ha cambiado su vida".

Si de pronto los medicamentos tienen un aspecto distinto, esto podría aumentar la ansiedad, anotó Marzo.

Algunas farmacias avisan a los pacientes de los cambios en el aspecto de un medicamento, colocando una etiqueta en el recipiente, anotó Kesselheim. Pero, añadió, los frascos de pastillas pueden tener tantas etiquetas que el mensaje se podría pasar por alto.

Kesselheim dijo que espera que estos hallazgos harán que los médicos sean conscientes del problema, de forma que puedan hablarlo con los pacientes.

"Los pacientes deben saber que es común que los medicamentos genéricos cambien su aspecto, y que eso no significa que funcionen de forma distinta", aseguró Kesselheim.

Añadió que si a los pacientes les preocupa un cambio en la forma o el color de su medicamento, deben llamar al médico o al farmaceuta en lugar de dejar de tomar el fármaco, aunque sea por poco tiempo.

Pero en última instancia, quizá el problema lo deban abordar los reguladores, según Kesselheim. Dijo que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. podría, en teoría, obligar a que los nuevos medicamentos genéricos se conformen a la forma y el color de su contraparte de marca.

Marzo se mostró de acuerdo. "Creo que estos hallazgos al final deben llegar a los fabricantes de medicamentos genéricos".

FUENTES: Aaron Kesselheim, M.D., J.D., M.P.H., assistant professor, medicine, Brigham and Women's Hospital, Boston; Kevin Marzo, M.D., chief, cardiology, Winthrop University Hospital, Mineola, N.Y.; July 15, 2014 Annals of Internal Medicine. HealthDay

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