La hemodiálisis eleva la
presión intraocular a niveles que podrían exacerbar o aumentar
el riesgo de desarrollar glaucoma.
En un estudio sobre 49 pacientes, la presión intraocular
aumentó unos 3,1 mm Hg durante la hemodiálisis y, así, superó el
umbral de alto riesgo para el glaucoma de ángulo abierto, según
publican los autores en JAMA Ophthalmology.
"Recomendamos estar atentos en la práctica a esta posible
asociación y evaluar a ciertos pacientes para controlarles la
presión y reducir su presión intraocular durante las sesiones de
hemodiálisis", dijo la autora principal, doctora Jennifer Hu, de
la University of Illinois, en Chicago.
Con su equipo, les evaluó la presión intraocular y sanguínea
a los participantes antes, durante y después de las sesiones de
hemodiálisis.
Los valores de presión intraocular aumentaron
significativamente en ambos ojos durante la diálisis. Por
ejemplo, 15 minutos antes de la sesión la presión del ojo
izquierdo pasó de 17,7 mm Hg a 19,2 mm Hg dos horas después de
comenzar y a 20,8 mm Hg 15 minutos después de finalizarla.
En tanto, la presión sanguínea se redujo 5,8 mm Hg y la
presión de perfusión ocular lo hizo en promedio entre 8,7 y 8,9
mm Hg. Y los tres valores de presión de perfusión (sistólica,
diastólica y promedio) disminuyeron significativamente durante
la sesión.
Los cambios de presión superaron el umbral de riesgo de
glaucoma de ángulo abierto de los Estudios Oculares de Barbados.
Según los umbrales para la presión de perfusión ocular, el
53 por ciento de los ojos derechos y el 46 por ciento de los
ojos izquierdos estudiados tenían un valor de presión sistólica
de 101 mm Hg o menos, lo que aumenta 2,6 veces el riesgo de
desarrollar glaucoma de ángulo abierto.
Y la presión diastólica del 71 por ciento de los ojos
derechos y el 73 por ciento de los ojos izquierdos evaluados era
de 55 mm Hg o menos, lo que eleva 3,2 veces el riesgo de padecer
glaucoma.
En tanto, la presión promedio del 63 por ciento de los ojos
derechos y el 65 por ciento de los ojos izquierdos era de 42 mm
Hg o menos, lo que aumenta 3,1 veces el riesgo.
"Los oftalmólogos y los nefrólogos deberían trabajar juntos
para que los pacientes de alto riesgo, como aquellos con
glaucoma avanzado, superen las sesiones de hemodiálisis con
niveles adecuados de presión sanguínea y de perfusión ocular",
escriben los autores.
FUENTE: JAMA Ophthalmology, 2013. Reuters Health-
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